Así lo resolvieron los integrantes de la Sala Sexta de la Cámara del Crimen, Marcelo Lucini y Mario Filozof, al destrabar una cuestión de competencia entre un juzgado de instrucción y otro federal.
El caso está vinculado con la violación del correo electrónico de una menor de edad, cuya identidad se mantiene en reserva. La causa recayó inicialmente en el juzgado de instrucción número uno, a cargo del juez Miguel Salvá, quien entendió que debía ser su colega del fuero federal Sergio Torres quien debía hacerse cargo de la investigación.
La Cámara, citando legislación de sanción reciente y fallos de la Corte Suprema, entendió que “el presunto acceso ilegítimo a una cuenta de correo electrónico podría configurar una violación de correspondencia, cuestión de exclusiva competencia del fuero de Excepción”.