Todos los días intercambiamos información personal con colegas, amigos y personas desconocidas y no tenemos idea de cómo tratan nuestros datos y cuál es el uso que le darán. Número de teléfono, dirección de correo electrónico o número de licencia de conducir son ejemplos de datos que facilitamos mediante los nuevos canales de comunicación como Internet y las redes sociales.
El uso de esta información es de gran interés para la industria de la delincuencia debido a que es posible cometer un amplia gama de fraudes con altos beneficios. Los términos “robo de identidad” y “fraude de identidad” se refieren a los tipos de delitos en los cuales un individuo malintencionado obtiene y utiliza datos personales de otra persona. Según los datos proporcionados por la policía en todo el mundo este tipo de delitos está aumentando.
Muchas organizaciones han tratado de ofrecer una caracterización del fenómeno y de clasificar los tipos de robo de identidad en distintas categorías. SANS Institute propone la siguiente caracterización:
- Fraude financiero: es el tipo de robo de identidad que incluye el fraude bancario, fraude de tarjetas de crédito, fraude informático y de telecomunicaciones, fraude postal, y muchos más. Un total de 25 tipos de fraude son investigados por el Servicio Secreto de EE.UU.
- Actividades delictivas: es el tipo de fraude de identidad que consiste en tomar identidad de otra persona para cometer un crimen, entrar en un país, obtener permisos especiales, ocultar la propia identidad, o cometer actos de terrorismo. Las actividades delictivas pueden incluir:
- Cibercrimen
- Crimen organizado
- Tráfico de drogas
- Trata de personas
- Blanqueo de dinero
- Muchos otros…
¿Cómo los ladrones de identidad acceden a la información personal?
Hay muchos escenarios para acceder y robar información personal y para identificarlos es necesario reconocerlos. Los casos más común son los siguientes:
- A través de un ataque de ingeniería social
- A través de una transacción comercial
- Por la intrusión en sistemas informáticos
- A través de campañas de phishing
- A través de monederos o carteras robadas
- A través de robo de documentos personales
- Por el robo de información de una empresa que había almacenado los datos en línea
- A través de cuentas de correo robadas
- A través de la búsqueda en basureros, hurgando en la basura, en un intento de encontrar la información personal (trashing, dumpster diving)
¿Cómo es el crimen y cuáles son las cifras que demuestran su crecimiento?
A nivel mundial es imposible hacer estimaciones exactas del fenómeno, debido a la diferencia del trato legal que reciben estos delitos en diferentes países.
Sin embargo, para proporcionar una indicación válida y extrapolar algunos datos, se puede leer el “Informe 2012 de Fraude de Identidad 2011” realizado por Javelin Strategy & Research. La empresa recoge los datos relativos a ciudadanos de Estados Unidos para medir el impacto global de fraude de identidad en los consumidores. En el gráficos se presenta la evolución de la tasa de incidencia a partir de 2003.
La situación es preocupante, el 4,9% de los adultos estadounidenses fueron víctimas de fraude en 2011. Después de una sensible reducción de la incidencia de fraude de identidad desde 2009 hasta 2010, vemos un incremento este año de más del 10%. El robo de identidad aumentó a 4,90% en 2011, desde 4,35% en 2010, lo cual representa un incremento del 12,6%.
El número total de víctimas del fraude de identidad aumentó a alrededor de 11,6 millones de adultos en 2011, en comparación con los 10,2 millones de víctimas en 2010. A pesar del crecimiento de los incidentes, el monto anual se ha mantenido alrededor de los US$ 18.000 millones ya que el aumento de robos se caracteriza por la disminución en los beneficios netos de cada uno de ellos.
Cristian de la Redacción de Segu-Info
Fuente: Security Affairs
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